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Libro - CCH's y otros relatos (Alberto Vargas Iturbe)

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Libro - CCH's y otros relatos, de Alberto Vargas Iturbe, Colectivo Entrópico, 2015.

La semana pasada salió de imprenta el nuevo libro del escritor Alberto Vargas Iturbe, y en el Colectivo Entrópico estamos emocionados por esto. Se trata de un volumen de cuentos que giran en torno a mujeres de los CCH's (Colegios de Ciencias y Humanidades), que son como prepas de la UNAM enfocadas a ciencias sociales. Se trata de un libro físico, de 160 páginas, con fotografías en blanco y negro, y con el corte característico de Alberto Vargas: el porno. Las fotografías son de Luis Felipe Hernandez (Impares) y de José Verde & Laura Hernández (pares), donde aparecen Alberto y la modelo Nuria Tello dentro de la cafetería Las Brujas Café (Bucarelí 53, DF), donde siempre hemos sido bien recibidos para realizar nuestras actividades culturales, y a quienes saludamos con mucho afecto. El diseño editorial e impresión son obra de Juan Carlos Valdovinos, FRIDAURA. La edición estuvo a mi cargo, desde la captura, por lo que sería de mal gusto hacer una reseña propiamente, debido a que no podría ser objetivo o imparcial, así que me limitaré a comentar botaneramente este libro, y algunas generalidades más. Por ahora apenas se va a comenzar a distribuir, siendo la forma más sencilla de conseguirlo mediante el autor, o nuestra Fanpage de Facebook: Coletivo Entrópico.Sin más que agregar en lo técnico, proseguimos.

CCH's y otros relatos es un libro pornográfico que narra distintas aventurillas del personaje central, que como siempre es el caso de Vargas, resulta ser él mismo la mayoría de las veces. Todo ocurre en la Ciudad de México, sus cuadros más reconocidos, y en Ciudad Nezahuancóyotl (Edomex), llevando distintos personajes al colmo del cinismo o la desarrebatada vida del libertino en la que se encuentran inscritos, que tienen como vínculo alguno de los CCH de la Ciudad de México. La narrativa es sencilla, clara y directa. No se mide en la censura o en el lenguaje de los personajes, y menos aún en la humanidad de sus acciones, que llegan a rayar en lo escatológico o lo idiota. Las mujeres de este libro son principalmente estudiantes, y giran en la mente de Alberto como un ideal de la belleza femenina. Además, las historias capturan pasajes del pasado y de otros personajes de la ciudad, por lo que los cuentos quedan redondeados en este mar caótico de personas reales. Para aquellos lectores que no conozcan a Alberto, este libro es una muestra de su catálogo, y para aquellos que ya le sigan la pista, pues es pan con los mismo, sin ofender. Por fortuna, los seguidores de Alberto saben que el centro de sus relatos es el humor y la cogedera, por lo que encontraran en este libro altas dosis de ello. Sin embargo, al ser un compendio largo, muchos de los cuentos parecen ser repeticiones unos de otros, debido principalmente a la aparente magia con que suceden los eventos. Los cuentos cortos permiten que sea leído por cachitos, sin que llegue a fastidiar al lector o a sacarlo de sus casilla. Sin embargo, así de caprichosa es la memoria, y en este libro, los recuerdos son simplemente fundamentales.



No obstante la temática en la que gira este libro, algunos de los cuentos sobresalen por el carácter rural, y en especial por recopilar algunos textos que estuvieron guardados muchos años antes de ser incluidos en este libro, que son muy interesantes. Este cambio en la forma narrativa de Alberto se nota, y permite que el lector compare entre los distintos Vargas que han ido creando historias, permitiendo que su público elija al que más le agrada, y que le exija a Beto la forma creativa que más les guste. Es decir, hay historias viejas y nuevas, y todas ellas parecen unirse a la perfección en este libro. Por cierto, aunque soy el editor del libro del que hablamos ahora, también tengo la intensión de mencionar que en el caso de autores como Alberto, que ya se encuentran tan casados con una manera de hacer las cosas, es necesario que sean sus propios lectores quienes les ayuden a encontrar un camino creativo que permita generar una obra de calidad. El conformismo que trae la adulación rápida puede ser letal para los autores que admiramos, y sólo esa presión de verdaderos fans puede tener el control necesario para que la obra se pula y que genere verdaderas joyas que perduraran los años. Además, los que ya conocen a Alberto, saben que es un tipo de fácil palabra con el que se puede acercar cualquiera, sea para hablar de literatura, la suya o general, o echar desmadre simplemente, por lo que es recomendable conocerlo en las presentaciones. Quienes no lo conozcan, tienen una buena excuza para hacerlo, y definir si la fama que se ha ganado es justa o no.

Por fortuna, sea cual sea la intención con que se acerquen a este libro, o la opinión que tengan de Alberto, esta edición permitirá que tengan una mejor idea de su literatura, y de él mismo. Y para quienes tengan el arrojo de adentrase en sus páginas, las fotografías que acompañan los relatos valen mucho la pena, ya que esta chica además de ser bellista, posee un aire magnético que hace vibrar cada página. Así que adelante, a leer este libro, y saquen sus propias conclusiones, y por qué no, emitan sus propias valoraciones de lo que les pareció. Ya saben que la fanpage del Colectivo Entrópico, está abierta para todos.

En breve será subida la versión digital de este libro, por lo que aquellos que gusten conseguirla podrán hacerlo para sus gadgets electrónicos, junto con otros libros de la colección. Búsquenlos en Amazon.



Dossier - Estatua de Fuego (junio 2015)

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Bueno, les muestro el Dossier que elaboró la escritora colimeña Nadia Contreras para el blog Bitácora de vuelos, junio 2015, y que según yo, quedó bastante simpático. Se trata de una pequeña selección del material que conforma el libro de poesía "Estatua de fuego", que aún es inédito como tal, pero que ya anda repartido en pedacería en varios lados. Son cuatro poemas de este libro mencionado, que a saber son: Ulises, Honestidad a media vida, Coraza Mineral, Naufragio de la lengua y Eclipse en media luz. Son poemas que retratan las principales obsesiones de mi trabajo, según me han dicho, y que me alegra sobre manera verlos publicados formalmente.

Pueden darle click a la imagen y los llevará directamente a la página de Issuu donde se encuentra alojado el archivo, o bien, lo más recomendable, ir al blog de Nadia y explorar un rato las cosas que tiene, que son bastante interesantes. Ya cuando se acuerden de mí, si es que llega a pasar, podrán encontrarlo en la sección de los Dossiers.

Pasen a leerlo, es breve, y espero que les agrade.
Si no, ni pedo, así es esto de la libertad de expresión.

estatua de fuego - E Adair Z V - Bitácora de vuelos

E. Adair Z. V.


Libro - Se derrama la fuente (Colectivo Entrópico)

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Libro - Se derrama la fuente (Colectivo Entrópico)

Amigos... Año nuevo, libro nuevo. Y volver al blog de nuevo. Es un placer volver a escribir, y más para presentar el nuevo número del Colectivo Entrópico: Se derrama la fuente, antología de literatura mexicana moderna, número 18. De nueva cuenta tengo el placer de ayudar en la edición de este libro (siempre llenas de mis imperfecciones), pero con la ayuda del escritor mexicano Cristian Galicia, quien colaboró en la revisión del libro. Se trata de una antología que reúne a la pintora guanajuatense Donaji Ulloa, al fotógrafo Josafat Castellanos (interiores), y 50 escritores mexicanos. Como siempre, tenemos la dicha de mezclar a gente con trayectoria junto con novatos. En este número, tenemos la participación de dos colctivos de SpokenPoetry, que son Poesía y Trayecto y P.O.M., ambos de la ciudad de México (y cuyas representantes poetas, tienen bastante que decir).

El libro se divide en tres secciones, como es normal en nosotros. El libro salió un poco a destiempo por razones ajenas a nuestro poder, pero finalmente se encuentra en físico en la Ciudad de México; o la deformada CDMX según el principe enano de Mancerda.


En la sección de narrativa tenemos la particiáción de Felipe Gaytan, Ana Luisa Calvillo, Rubenski, Sergio Rivas, Nancy Barragán, Juan Carlos Valdovinos, parte del Clan de los Bermúdez, Blanca Estela Ruth, y otros (disculpen que no los mencione a todos). Las historias que se narran van desde la pólitica descarnada, la memoria, y los errores de pretender conocer el mundo. En mi opinión particular, Felipe Gaytan cada vez escribe mejor, y lo prueba en su cuento El último round. Yo participo con un pequeño texto titulado Horas extra muy ad hoc a nuestra situación nacional llena de hijos de puta y valevergas; y que cada quien escoja su bando.





Para la sección de poesía tenemos  muchos autores y autoras jóvenes, la mayoría pertenecientes a los movimientos de poesía en voz alta (slam) que están proliferando en el centro del país. También tenemos de nuevo a la escritora Texcoqueta (Texcoco) Melisa Cosilión, de quien soy fan declarado. También participa Pedro Nateras, con un interesante poema campesino que deja un gran sabor de boca. Blanca Estela Roth, el chiapaneco Antonio Reyes y Sandrah Mendoza también están incluidos e este número.

En la sección de Miscelanea tenemos un avance del poema de largo aliento "La juventud del mundo" de Alberto Vargas, un ensayo sobre los jóvenes y la búsqueda de identidad a través de los movimientos "culturales" de Ramón Rivera, y una reflexión sobre su propia juventud de Javier Serrato a su llegada a Ciudad Neza. Sin embargo, a mi propio gusto, el placer viene de publicar a una mujer oaxaqueña llamada Silvia Cruz Castellanos, que no sólo nos comparte un poco de su vida en la crónica "Saliendo de la ceniza", donde toca temas como la desintegración familiar y la migración doméstica (porque obvio si no es al gabacho a nadie le importa), sino que nos engalana con su origen, ya que es una profesora Mixe (de la sierra).

En resumen, esta nueva antología viene llena de cosas distintas, algunas experimentales, otras por ser puestas a prueba, que creemos vale la pena que se sometan al juicio del lector. De nuestra parte, más de la mía, espero que este libro les agrade. En breve lo estaré subiendo a la plataforma de Amazon, donde espero puedan acceder a él. Sin más que decir, dejo una de las fotografías de Josafat Castellanos.



Autores participantes:

Φ Guiselle Carolina Alvarado López Φ Sandra Araujo Φ Carolina Ascencio ΦKarlos AtlΦ Nancy Barragán Machado Φ Roberto Josué Bermúdez Olivos Φ Roberto Bermúdez Sánchez Φ Ana Luisa Calvillo Φ Aida Chacón ΦRubenski Φ Josafat Castellanos Φ Melisa Cosilión Φ Silvia Cruz Castellanos Φ Cynthia Franco Φ José Luis de Gante Φ Cristian Galicia ΦSergio García Días Φ Eduardo Donají García SánchezΦFelipe Gaytan Φ Ana Geistero Alejos Φ Marisol Gutiérrez ΦClaudia Irubí Hernández Hernández Φ Alma Consuelo Hernández Olguín Φ Mimí Kitamura Φ Sandrah Mendoza Φ Aria Nahual Φ Shimara Magaly ΦBrenda Medina Φ Pedro Nateras Mejía Φ Itzel Nayelli Palacios Valdivia Φ Diana Rayón Φ Antonio Reyes Φ Sergio Rivas Solórzano Φ Ramón Rivera Espinosa Φ Irma Rodríguez Φ Blanca Estela Roth ΦCarmen Saavedra Φ Grecia Paola Sánchez Gallegos ΦYolanda Segura Φ Javier SeghuraΦ Javier Serrato Vargas Φ María Elena Solórzano Φ América Soto Φ Yarelli Tapia Cruz ΦCarlos Titos Barraza Φ Ixchel Tzunún Φ Donaji UlloaΦ Juan Carlos Valdovinos Φ Alberto Vargas Iturbe Φ Alina Velazco-Ramos ΦErnesto Adair Zepeda Villarreal Φ

E. Adair Z. V.


Libro - Las voces de los faunos (colectivo Entrópico)

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Libro - Las voces de los faunos (colectivo Entrópico)

La antología numero 17 del Colectivo Entrópico lleva como título Las voces de los faunos. De nueva cuenta es una antología que edité yo, y de la que tengo conciencia de algunos de sus errores; de los cuales no me excuso, sobre todo sabiendo el proceso de curación por el que fue sometido. Se trata de una antología de escritores mexicanos, que en 158 páginas trata de ser un amplio muestrario de lo que se encuentran haciendo distintos artistas en la actualidad. En el libro intervienen 65 autores. La portada y contraportada corresponden a Marcial Carreras, con oleos de títulos Ósmis y Viaje interior. En interiores se tiene la participación de Dafne Donaji Ulloa, artista plástica guanajuatense, con su obra Bitácora de Loa I, II, III y IV. La edición estuvo en mis manos (y dichos errorcirijillos), mientras que el diseño editorial e impresión fue trabajo de Editorial Fridaura, que como siempre entregaron un trabajo de calidad que se puede comprobar al tener en las manos.

Este nuevo número sirve para corroborar que el trabajo del Colectivo Entrópico no ha visto su final, y que nos encontramos desarrollando las actividades con normalidad. Este libro apareció físicamente en agosto de 2015, y no había comentado al respecto de él por motivos laborales y por la delicada salud de Alberto, factores que también impidieron que se realizara la presentación correspondiente. Sin embargo, ya estamos de nuevo en el camino, listos para lo que venga.

El libro se encuentra dividido en tres secciones, como es ya nuestra costumbre, presentando Narrativa, poesía y una sección miscelanea donde metemos de todo. En esta ocasión la sección de Narrativa tiene el gusto de presentar un texto de Guillermo Vega Zaragoza, quien recientemente ha presentado el libro de CCH's de Alberto Vargas. También cabe mencionar que se incluyeron textos inéditos de Jorge Lobo, amigo de Blanca Estela Roth, quien por vez primera y por ayuda de su amiga, ve publicada su obra finalmente en un libro físico; y que además da bastante de qué hablar. Otros autores en esta sección son Marcia Ramos, Berenice Rodríguez, Yarelli Tapia, Felipe Gaytán, Grecia Paola Sánchez Gallegos (de quien espero mucho en el futuro), Yoselín Balderas, y muchos otros. Yo participo con un texto titulado La circunferencia de la naranja, dedicado a una querida amiga.



 

En la sección de poesía participan la poeta chiapaneca Orquídea Psicópata, a quien tengo el gusto de conocer, y la talentosa Melisa Cosilión (#SoyTuFan). Participan Karlos Atl, Elina Hernández, Maryed Soriano, Carl D Luque, Aby Flor, Lorena Ortíz, Lau Topete, Daniela Miriam, y muchos otros poetas. En esta edición se invitó a participar a tres escritores de los que vale la pena hacer mención específica. El primero es José Barocio, quien desde algún lugar de Atlanta nos comparte por vez primera su literatura pasional. Tambien se tiene a la nayarita Nadia Contreras, que dirige la revista digital y proyecto cultural Bitácora de vuelos. Finalmente, Federico Corral Vallejo, el hijo preferido de Parral, nos comparte su danza de la sinestesia.

En la sección de miscelanea tenemos un dossier de Ruin Andrade y un fragmento del poema de largo aliento de Alberto Vargas, llamado La juventud del mundo. María Elena Solórzano nos muestra un ensayo sobre rituales funerarios, mientras Titos Barraza nos comparte un fragmento de Biografía de un temblor. Además de todos los mencionados, hay muchos textos más que merecen ser leídos para poder ser juzgados oportunamente.

La vitrina que ofrece el Colectivo no se permite juzgar por adelantado a los textos participantes, sino que dejamos esa tarea en las manos de los lectores, ya que serán ellos quienes dicten la última palabra sobre quien tendrá cierta trascendencia y quién no. Esperamos que este libro sea de interés de muchos de nuestros amigos, y que permita ser una plataforma que muestre algo de lo que se está haciendo en el país, al mismo tiempo que permite a los autores confrontar a su audiencia, de lo que debería resultar una mejora en su trabajo, o bien una silenciosa retirada.

Ilustración de Donaji Ulloa y poema de Melisa Cosilión.

Nosotros, en el Colectivo, nos alegramos de facilitar este espacio de encuentro.

Autores participantes:

▫ Fernando Álvarez Téllez ▫ Ruin Andrade ▫ Karloz Atl ▫ Jorge Lobo ▫ Yesenia Yoselín Balderas Velasco ▫ José Barocio ▫ Nancy Barragán Machado ▫ Rockberto Josué Bermúdez Olivos ▫ Roberto Bermúdez Sánchez ▫ Rubenski ▫ Ana Luisa Calvillo ▫ Marcial Carreras ▫ Nadia Contreras ▫ Federico Corral Vallejo ▫ Melisa Cosilión Cano ▫ Priscila Crisóstomo Espinoza ▫ J Carlos D Luque ▫ Aby Flo ▫ Cynthia Franco ▫ Cristian Galicia ▫ Sergio García Díaz ▫ José Luis de Gante ▫ Felipe Gaytán ▫ Betsua Jael Gonzales ▫ Olga Gutiérrez García ▫ Mario Guzmán ▫ Daniela Miriam Hernández Aragón ▫ Claudia Irubí Hernández Hernández ▫ Víctor Hugo Juárez Rodríguez ▫ Maya Lima Rodríguez ▫ Paola Llamas Dinero ▫ Khiabet López Morales ▫ Diana Mancera ▫ Sandrah Mendoza ▫ Nayelli Montes Aguilar ▫ Angélica Mosqueda Dávila ▫ Sirenia Muñoz Malagón ▫ Lorena Ortiz ▫ Astrid Perellón-Elias Alcazar ▫ Orquidea Psicópata ▫ Julio Pruneda ▫ Marcia Ramos Lozoya ▫ Jatzibe Rivera Domínguez ▫ Ramón Rivera Espinosa ▫ Sergio Rivas Solórzano ▫ Ramón Rivera Espinosa ▫ J. Berenice Rodríguez Rojas ▫ Blanca Estela Roth ▫ Carmen Saavedra Saldívar ▫ Grecia Paola Sánchez Gallegos ▫ Anna Sánchez ▫ Javier Seghura ▫ Javier Serrato Vargas ▫ María Elena Solórzano C. ▫ Maryed Soriano ▫ Yarelli Tapia Cruz ▫ Carlos Titos Barraza ▫ Lau Topete ▫ Omar Valdez ▫ Donaji Ulloa ▫ Crystal Vance Guerra ▫ Alberto Vargas Iturbe ▫ Guillermo Vega Zaragoza ▫ Ruth Vigueras Bravo ▫ Ernesto Adair Zepeda Villarreal ▫

E. Adair Z. V.


Comentario - El álbúm Familiar / Bajarse al Moro (José Luis Alonso de Santos)

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Comentario - El álbum Familiar / Bajarse al Moro (José  Luis Alonso de Santos)


Volviendo a dar vida al Blog, me encontré con esta edición en una feria del libro en Texcoco. El costo fue a precio de saldo, lo que me parece inadecuado para un libro de tan buena calidad, en presentación y materiales. El problema está los interiores, con líneas mal impresas y superpuestas en algunas páginas. No obstante, eso no es problema para un buen lector. Alguna vez me toco ver a alguien tirar una edición del Quijote de la Mancha, de RAE, debido a unos manchones en unas páginas. Supongo que el snobismo intelectual mexicano es ya pura forma y nada de fondo.

Las obra de este ejemplar corresponden a un autor español llamado José Luis Alonso de Santos, del que nunca había escuchado. Quizá la razón de esto es que estás obras fueron un éxito antes de que naciera, dentro de una corriente del nuevo teatro español, tras la dictadura franquista. Se trata de dos obras que en su momento debieron ser ingeniosas y modernas. Lo bueno es que mantienen algo de ello, cuando menos en su lectura.

La primera de ellas es un viaje onírico sobre esa gran mancha de vergüenza que tienen los españoles con la modernidad, y especialmente con su propia historia, a través de la alegoría de un álbum familiar, la secularidad de los recuerdos, la infinita magnitud en la que se pueden decir las cosas de manera indirecta. El título de la obra es El álbum familiar. Cada personaje ocupa un lugar dentro del personaje principal, que se manifiesta a través de esa contingencia mutilada de elementos circundantes en su travesía, quizá real, quizá reconstruida, y quien retiene los fragmentos de una patria ridículamente expuesta, con elementos opuestos en su entorno. Se trata de la historia de un exilio donde se van dejando lugares, momentos, personas e incluso abstracciones sobre la realidad en un abandono permanentemente. Leyéndola treinta años después de ser escrita guarda una frescura muy agradable, incluso por lo crítico de sus metáforas, que se disfruta plenamente.

La segunda obra, Bajarse del Mono, es un caso distinto. Usa un lenguaje popular, supongo, que hace un tanto molesto acudir al glosario que trae al final del libro para descifrar todas las expresiones que ni la televisión ni los videojuegos horriblemente traducidos al castellano peninsular dejan claras. Se trata de la historia de un grupo de habitantes dentro de un departamento en Madrid, relacionados con el consumo de hachís, y una expedición específica a Marruecos para traficar con drogas. Los personajes son cómicos a su manera, y se encuentran complementando una idea de la modernidad que supongo todos compartimos en cierta manera al pensar en lo inverosímil de nuestras relaciones comunes. La historia es interesante, aunque no tanto como lo elogia el prólogo, cuando menos para un lector que llega muy atrasado a la novedad del lenguaje y la crítica de la carnalidad e hipocresía de los personajes dentro de su propia retórica, y donde el juego del narcotráfico tiene un trasfondo muy distinto; esa era una época inocente, y hasta romántica para el tema. Lo que queda es la obra, como un recuerdo de la plástica del teatro español moderno de una actualidad que se ha quedado atrás, como todo.

Ambas obras mantienen una lectura fresca y agradable, que como un lector por completo fuera de contexto, se aprecia bastante.



Comentario - El cuaderno verde (José Gordon)

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Comentario - El cuaderno verde (José Gordon)

Un libro del que se puede hablar amablemente, y recomendar mucho más, es precisamente este. Se trata del libro El cuaderno verde, y fue escrito por el Imaginante José Gordón. Ya con el autor basta para saber que se va a tratar de un muy interesante viaje alrededor de la ciencia y la literatura, que en este caso tiene que ver con el azar, las casualidades, el destino detrás de todo. El libro reúne una serie de notas publicadas en el diario Reforma sobre eventos que rompieron la probabilidad de suceder, ya sea en la literatura o la realidad. Estas fluctuaciones del azar parecen mágicas, proverbiales quizá, como una expansión de la conciencia del hombre. En este libro (sin spoilers) se narran pequeñas vivencias dentro de libros, eventos de la realidad que nos ocupa (cuando menos a nosotros en este plano), y muchos elementos aportados por los lectores de esa columna. Este cuaderno verde mantiene un verdadero goce ente sus páginas, que es muy agradable de leer.

Queda en el lector juzgar hasta donde nos lleva Gordon, ese gordito bonachón que ha hecho de la divulgación científica un arte tan preciado como su charla, en este libro, y qué aprendemos de él, sabiendo de antemano que hay un espacio donde la probabilidad se rinde al destino, y que cada acción es la respuesta natural a otro eventos semejante, cuyos vínculos han estado presentes allí siempre, y que encontramos no sólo agrupados en este libro, sino que fueron puestos en nuestras manos, quizá por una variación en los hechos de cada día, quizá porque así debía ser.





Article 1

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El pasado 25 de abril, un poco tarde ahora que lo escribo, se entregaron los Premios de Literatura Tintanueva 2016 en la Sociedad General de Escritores de México, en una simpática plática a las 7 de la tarde. Se premiaron las obras de Magdalena Guerrero Martínez con el poemario Los frutos infinitos, y el libro de cuentos de Nora Ileana Castro Rodríguez titulado Saudades. Ambas mujeres son excelentes escritoras, que ganaron el reconocimiento de los respectivos jurados de cada premio por la calidad de su obra. De eso no me queda duda ahora que he leído ambos libros.

En este momento le dedico unas cuantas palabras a la obra de la escritora Tamaulipeca Nora, quien es una chica bastante alegre y joven, que parece tener mucho que contarnos. Como comentario adicional, esta chica es una muestra de que hay gente haciendo cosas a lo largo de la República, lista para llenar ese vacío institucional que mantiene en casi estado de coma al sistema de creadores nacional. No es mi intención crear grandes expectativas sobre esta autora, y mucho menos un compromiso que quizá ni ella esté dispuesta a ofrecer a la sociedad. Mas no deja de ser emocionante conocer personas que se entregan con semejante inocencia a su obra, y que lo hacen bien.

"La triste mujer, vendía cachivaches y tiliches, 
sobre la explanada de una plazoleta. Empujaba cada mañana,
en cuanto marcaban las seis, una vieja carreta
llena de recuerdos que ya nadie quería".

El libro de Nora es un pequeño volumen de color azul, con una ilustración de Graciela Andrew, que se lee bastante rápido a través de sus 22 páginas. En este libro se reúne la colección de cuentos con que el jurado galardonó a la escritora mencionada, y que se centran en un profundo sentir de ausencias y abatimiento, que termina por ser una única voz, un simple relato sobre el abandono. Cosa que al parecer la misma creadora desconocía de su obra, con un efecto profundo del que al parecer no fue completamente cociente al armar su volumen, quizá por su manía de persona agradable, quizá por la ceguera con la que mira lo que sus manos han creado. Los cuentos de Nora reconstruyen un mundo en la memoria, como es el caso de los dos primeros, basados en la partida y el duelo, y que continúan para guiar al lector en los subsecuentes exilios que le facilita la palabra a lo largo de otras tres narraciones.

"A los muertos no se les deja, mijo. Ni a la tierra de uno,
cuando le llama. Yo no me puedo ir. un día van a regresar
sus hermanos, y cuando lleguen, los voy a enterrar,
como enterré a tu padre".

El libro de Nora es apenas una muestra de una joven promesa que se está abriendo paso entre las nuevas generaciones de escritores de provincia, la negada provincia, que se mantiene aún al margen del costumbrismo citadino por lo puramente sexoso (ese otro cáncer de la literatura nacional moderna, no por atrevida, sino por estancada y carente de provocación verdadera de las conciencias). Así es, queda esperanza allá afuera, y esta es una prueba de ello. Podemos leer esta obra debido a que esta mujer es el 11° Premio Nacional de Cuento Tintanueva 2016.

Para más información sobre esta autora pueden buscar la página de Fb de Tintanueva ediciones, o bien con la autora, quien espero no tome a mal que deje acá su correo electrónico, junto con el de Federico, director de la editorial, con quienes pueden conseguir mayor información sobre la autora.

nora.i.castro@gmail.com
y
tintanueva.ediciones@yahoo.com.mx

Como siempre, agradezco a Federico Corral su inagotable trabajo en favor del arte, de la literatura, y el enorme empuje que le ha dado a su proyecto editorial, donde tantas voces han encontrado cabida. Es difícil en este país que una editorial autónoma se mantenga solamente de sus buenas intenciones, por lo que si lo llegan a encontrar a él, o a cualquiera de sus títulos en una feria de libros, su sello editorial es prácticamente una garantía de una obra de calidad. En la de mientras, esperemos a conocer las obras ganadoras de la siguiente emisión del premio, confiados que que siempre habrá una nueva edición por delante.



Comentario - Alicia en mi espejo (Sergio García Díaz)

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Comentario - Alicia en mi espejo (Sergio García Díaz)

Recientemente encontré un ejemplar editado en 2006 por Editorial Praxis de Sergio García Díaz, escritor de Ciudad Neza, titulado "Alicia en mi espejo". Se trata de un pequeño volumen de 56 páginas, ligero y agradable para leer. No cabe duda de que Sergio es uno de esos escritores que en la disciplina de la escritura tiene grandes aciertos, aunque su estilo también se basa en el lenguaje coloquial, el humor y también incluso en la protociencia a la que parece coquetear continuamente.

Al comienzo de su poemario pensé que los poemas del libro estarían algo inmaduros, con una versificación deficiente y un lenguaje por demás simplón. Por fortuna, una vez más me ha probado Sergio que ese primer juicio de lector desesperado era incorrecto, y que sólo el primer poema del libro se puede clasificar así. A lo largo de su libro existen pasajes, versos más que nada, que rescatan un aliento profundo y honesto, casi como si se le escapara en un descuido, donde encuentro a un escritor que domina su lenguaje y que disfruta codificar el enigma de su poesía para quienes ponen suficiente atención. Otros, por supuesto pasan con gran rapidez, sin más gloria que el sonido que se queda dentro de los ojos que han acariciado esos carácteres.

Muchas partes de sus poemas me parecen indiferentes, ya sea por el grado coloquial con que las relata o bien por el juego que hace entre la inteligencia y la cotidianidad. Por su puesto que no es malo, sólo que a este lector no le atrae mucho. No obstante, también vienen intercalados algunos versos que son por demás satisfactorios, y que cualquier lector encontrará como perlas bruñidas entre la arena. No  me atrevo a decir de Sergio si es o no diestro en su oficio, sino que dejo semejante tarea en sus lectores. y este es un libro por donde se puede comenzar.



Comentario - La superficie más honda (Emiliano Monge)

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Comentario - La Superficie más honda (Emiliano Monge)

Tras seis meses de no andar por acá, si acaso alguien andaba con el pendiente, vuelvo a las andadas. Eso de hacer ciencia no deja mucho tiempo libre, parece. Aunque quizá sea más honesto decir "la inconstancia" y "total ausencia de disciplina", en su lugar. En ese tiempo una muy apreciada amiga me regaló un ejemplar nuevecito del libro de cuentos de Emiliano Monge, editado por Random House en enero de 2017 "La superficie más honda". Así que de eso hablaré brevemente.


"Acostumbrados como están a este ritual, los perros se detienen en donde Osmar deja su maleta y suelta sus correas. Ninguno lo acompaña hasta la parte más agreste, donde la hierba crece alta y salvaje."

El libro es un compendio de 11 cuentos, todos vinculados por la sensación de extrañeza (de ser un extraño que contempla la pieza que se desarrolla cuidadosamente) y por la violencia. La violencia pura, sin orden, sin lógica, sin motivo. De eso se trata este libro. A través de las 11 historias que se comparte el escritor nos permite ver una concepción de la sociedad moderna mutilada a través de su rabia y su sinsentido. Y es quizá por eso que a veces llegan las líneas como un poco chocantes, como injustificadas, salidas de ningún lugar por ningún motivo claro.

"Mis novias sólo le caían bien cuando eran mis exnovias, murmuró Madero y su voz sonó casi como un grito, sobresaltando al resto de hombres y mujeres que, al igual que él, esperaban que alguien viniera a informarles: el muy cabrón las empezaba a querer cuando yo no podía quererlas."



El autor nos convence de que es una normalidad todo aquello por lo que pasan sus personajes, y quizá eso sea lo más difícil de la literatura. Pero así es la violencia, de hecho, que es irracional y muchas de las veces no procede de los frutos de la pensada cólera de la mente, sino que explota con las entrañas. Así es este libro: visceral. Y ese es su mayor logro. Cumple.

"'¡Te estoy hablando, hijo de puta!, gritó la voz, y esta vez, en lugar de golpear a Hernández, el hombre alzó su rostro y blandiendo ante sus ojos varios paquetes de condones y una caja de viagra repitió: ¿vienes o no vienes a cogerte a nuestras niñas?"

En mi muy personalísima opinión, algunas de las historia se logran con gran maestría, como "La tempestad que llevan dentro" o "Gente en guarda" o "El instante indicado", donde los personajes, las atmósferas y las historias van pasando de manera tan natural y agradable que la socarrona violencia de sus acciones pasa inadvertida. No pasa la mismo con otras de las historias, que dejan una sensación, a mi gusto, de estar incompletas, abuzando, a mi parecer, de dejar en el lector terminar de darle contexto a lo que ocurre. No me quejo del juego que el autor trata de mantener con el lector, pero sí me quedó la sensación de que muchas de esas historias no terminaban de estar escritas, no definidas, mutiladas. Tal vez fuera la intensión de Emiliano, como una provocación, pero no termina de convencerme.

Lo bueno del asunto es que es apenas mi opinión, por lo que no hay mejor que leer el libro y llegar a una conclusión propia. El lenguaje es bueno, la lectura muy amena, y el sentido de narrativa de este joven escritor no pasa inadvertido, lo que recupera un poco ese choque con la impresión que me dejó sus lecturas. Lo que sí puedo decir es que en un futuro podré ver el nombre en un libro y sentir curiosidad por leerlo.

Postdata, el título del libro es dolorosamente bueno.


Comentario - Por cielo, mar y tierra (Ximena Sánchez Echenique)

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Comentario - Por cielo, mar y tierra (Ximena Sánchez Echenique)

Como buen comprador compulsivo y amante de los libros, que no sé si de la literatura, adquirí en la Feria del Libro de Texcoco 2016 un ejemplar de este libro, Por cielo, mar y tierra, de la escritora mexicana Ximena Sánchez Echenique. Lo leí en enero, y hasta ahora me digno a hablar de él. Así las cosas. Este libro es un pequeño Frankenstain hecho con tres historias que se entrelazan curiosamente a través de un tema único: el exilio. Y no creo que se pueda decir que ese no es un auténtico tema de la literatura mexicana, donde se ha explorado con tanta soltura el sentimiento de no pertenecer a ningún sitio. De eso se trata este libro.

"Tu mujer, visiblemente ajetreada, se disculpa para acompañar a su camarote a sus dos hermanas, María Luisa y Sofía, quienes padecen los efectos del mar. Discretamente, el tiempo en que los demás comen, lo ocupas en palparte, para comprobar que todo esté en su lugar. Rodillas, pies, manos, brazos, pecho.
<>, te pregunta con un susurro tu hijo."

Las historias narran tres formas de ver la partida, el alejarse, dejar por detrás una forma de vida, un mundo propio, y sentirse desnudo en esa inmensidad que se abre por delante a la incertidumbre. Ximena cuenta la historia de tres personas, muy distintas y alejadas entre sí, pero que moralmente encuentran el vínculo que los hace semejantes: están patéticamente condenados a ser víctimas de sus actos.

La primera de las historias es la de un anciano, condecorado, noble al sentido de la época de oro mexicana, que se descubre marchando en el vapor Ypiranga, y que resulta ser nada más y nada menos que Don Porfirio Díaz. Al margen de las pasiones que nuestros personajes histórico siempre levantan, la de este hombre resulta ser la apasionada y decadente vida del Presidente retirado, forzado a la tranquila vida de mortal durante el viaje hacia Francia, acompañado de su familia, algunos de sus conocidos, y una desgarradora nostalgia por la patria que se queda detrás, de la que se ha sido arrancado.


"tu mamá estaciona el coche en la calle y le da veinte pesos a un cuidador que se acerca a cobrarle, mientras tu piensas que, afortunadamente, en el Viejo Mundo no habrá <>"

La segunda historia es la de un hombre, de origen zapoteco, normal, humilde, que se prepara para emprender el viaje al otro lado, el de los gringos pues. Es el relato de un hombre que marcha como emigrante en busca de mejores oportunidades para su esposa e hija, y a través del que se narra un drama muy antiguo en la psique mexicana, pero también horriblemente contemporáneo: cruzar la frontera. Cada paso, cada detalle, dotan de una conmovedora humanidad al personaje, que se reconoce y se acepta como lo que es, un posible conocido, alguien de quien conocemos a través de alguien, uno entre muchos. Su historia corre con la misma prisa que sus dudas, y es allí donde engancha al lector.

"Tus dos mujeres te dicen adios desde la sala de espera. Las miras por la ventanilla del camión hasta que éste se pone en movimiento. Luego que las pierdes de vista, lloras."

La tercera historia es sobre un muchacho que parte al extranjero para continuar sus estudios, pero eso sí, con las mejores condiciones que su clasemediera-alta familia puede darle (aunque la solapa del libro habla de una familia acomodada por algún motivo...). La preparación, las despedidas, las compras para ser lo que se desea ser (taaaan mexicano), y el juego de las cartas que se va abriendo en los momentos adecuados, y que se ejecuta con precisión.

Estas tres historias se van mezcando a través de pequeñas historias, lo que me parece le da mucha vitalidad al relato, ya que no se avejenta ni sobresale injustamente la admiración por una historia u otra. Además, el manejo del lenguaje que tiene esta mujer en cada caso es fascinante, ya que se ajusta a la realidad que envuelve a cada personaje, y los dota (especialmente a don Porfirio) de la dignidad que pueden ir ganando. Este libro me pareció bastante entretenido y recomendable, ya que se sostiene a través de muchos detalles, que cuando menos en mi opinión, se agradecen bastante. El libro fue editado por Tusquets Editores México en 2010.




Comentario - ¡Qué viva la música! (Andrés Caicedo)

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Comentario - ¡Qué viva la música! (Andrés Caicedo)

"Bueno, la probé y qué. Dura 10 minutos el efecto, que es fantástico. Después da achante y ganas de no moverse, espeluznante sabor en la boca, ardor en los pliegues del cerebro, fiebre, uno se pellizca y no se siente, ver cine no se puede porque da angustia el movimiento, sentimiento de incapacidad, miedo y rechinar de dientes."


A según decir de las cartas aclaratorias que funcionan en el libro como prólogo, esta obra es la máxima cúspide del escritor Colombiano Andrés Caicedo, muerto bastante joven, y es una de las joyas de la corona de la literatura de ese país. Yo no puedo afirmar o rechazar esa hipótesis debido a mi poco conocimiento del corazón literario de aquellas latitudes, pero puedo estar de acuerdo en que es un libro que vale la pena leerse, aunque quizá decir que es una obra maestra en sí mismo es un tanto apresurado. La novela fue publicada en 2012 por Alfaguara, lo que sí garantiza que no cuenta como edición de bolsillo, y tiene una muy agradable portada, que sí le atina esta vez al contenido del libro (bien ahí, Alfaguara, por fin).


"Y me ofrecían transistores, grabadoritas en cada esquina, pero ¿cómo me iba a servir si yo venía de pasármela escuchando música cuadrafónica en así de salidas? Me tenían que perdonar, Tiquito, Bull, si me les iba, ellos que se arrojaban el transistor o se lo pegaban a las orejas cuando le faltaban pilas, y empezaban a mirarme ya lejana..."


La novela trata de una jovencita de clase media alta de Cali, tan apasionada por la música como enloquecida por el sonido, y que va aprendiendo sobre distintos géneros a través de las personas y las relaciones que establece a lo largo de la novela, cada una con sus particulares maneras de desarrollarse. La rumba, las drogas, el rock, e incluso una promesa por leer El capital, así como la forma tan curiosamente destructiva que tiene la juventud para aprender sobre el mundo, es lo primero que se nota en el libro, donde la vida holgada de la María del Carmen Huerta, pasa de la exploración de un mundo lleno de música norteamericana para ir mutando al popular mundo del barrio, de la salsa y la rumba, donde conoce a otros personajes, que terminan de sellar su destino.




"Después comprobaría que su cuerpo había quedado ensopado en un líquido que no era el que retenía dentro de sí y aún no encontraba, pugnaba por salir pero no encontraba dónde. Era la baba de la rumba."

La novela se cuenta con un estilo desenfadado, donde el autor hace un juego de las situaciones por las bondades de sa manera tan colombiana de decir las palabras y la aparente ingenuidad perpetua de María del Carmen, que parece nunca terminar de entender lo que sucede a su alrededor y que la envuelve, hasta que termina siendo ya muy tarde para cada personaje, y ella misma. La historia pasa de un mundo como lleno de niebla a la brutalidad de una realidad que la devora, y es la música el comienzo y final de todo, como un espacio en el que su mente y su cuerpo vibran completamente.

Esta novela de los años 70's, retrata un espacio de la juventud, tanto más influenciado por los hippies que por la modernidad twittera, como mencionan algunas críticas al libro, pero que arroja claves sobre la naturaleza de sus elementos. Particularmente, en este libro la tensión y la decadencia pasan semiocultas por la historia, como arropadas por un velo que lo hace lucir inofensivo, casi casi un mero juego, donde la agresividad del mundo se abre paso de lleno, y aunque aparentemente no corre el tiempo, este llega a su momento indicado, mostrando las cicatrices que se difuminaban a la luz de los secretos barrios de Calí. Según hay una adaptación cinematográfica de la obra. Este libro es ameno, fácil de leer, y entretenido. Una buena opción para un fin de semana.

"Apuesto a que nadie oye cómo cada chirriar de tacones, cada botellazo en la cara, cada súplica de borracho que resbala, cada bembé formado, cómo todo, todo me llama, cómo todo es mío y la descarga me llama. De no haber conocido nunca este son montuno, abría sido escuálida alma perdida, sin cabuyas por la selva."


Comentario - Lo que no fue (Kike Ferrari)

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Comentario - Lo que no fue (Kike Ferrari)

Kike Ferrari es el complicadísimo y poco obvio seudónimo de Enrique Ferrari, escritor argentino de la modernidad. Sin embargo, la historia detrás de este hombres es por demás interesante, ya que no se trata de una de esas plumas privilegiadas del medio, sino que ha sido mencionado últimamente en México como el famoso escritor del metro, ya que Enrique, quien ha ganado distintos galardones en novela negra en España (entre muchos otros), se dedica a ser conserje del metro de Buenos Aires, lo que pareciera darle poderes sobrenaturales por saber leer y escribir siendo de esa "clase" tan poco relacionada con el mundo del arte a aparente decir de los reporteros que han tocado el tema. Saliendo desde todo eso, que es más desagradable que risible, puedo decir que esta novela "Lo que no fue" ha sido una agradable oportunidad como lector, y que comparto la opinión de otros lectores de que la voz de Enrique es una genuina y valiosa.


Resulta que el libro se encuentra en la plataforma on-line de  bigadaparaleerenlibertad, aunque también en soporte de papel, editado en enero de 2017 por el Municipio de Texcoco (porque no hay nadie acá que se pueda publicar, y necesitamos exportar talento; o eso leo entre líneas). Al comienzo, y por la terrible experiencia de un libro de política del que hablé en algún momento que bajé de esa página, (y sin reconocer el nombre del autor) sospeché que se trataría de una chairopublicación, algo así como una chafés semi revolucionaria y panfletaria. Por fortuna no pude estar más equivocado, a medias. Así que me redimo de esos malos pensamientos de los que hice víctima el prólogo de dicho libro.

(imagen robada de lanación.ar)
La novela trata de la guerra civil española, en ese periodo tan confuso del comunismo español. No obstante, en lugar de un romanticismo ciego y torpe, Kike ofrece un libro que lee y decanta solo, donde los personajes van tomando la parte de la realidad que les corresponde dentro de una narración brutal de la pequeña guerra comunista en España, donde un grupo de amigos, principalmente argentinos, se encamina a probar la fortaleza de sus ideales. En este libro, más allá de la propaganda ciega anti-capitalista que uno se predispone sólo al leer los caracteres de "comunismo" (tan desprestigiado por sus supuestos próceres modernos), se cuenta una versión de la historia narrada que resulta más humana y apasionante, donde el personaje central, un reportero argentino llamado Miguel, como Bakunin, el verdadero anarquista (que nuestros anarquistas de prepa no han leído, naturalmente), termina confrontando en múltiples niveles de su vida personal así como la militancia política lo que esa guerra significa para él, y el costo que ha de tener en su vida.

La novela narra una batalla vista a través de la militancia de un hombre, aunque en lugar de cegarse al sueño y las consignas, se adentra en algunos de los más dolorosos pasajes por los que se van sucediendo los fragmentos de su vida y que lo han de llevar a un final desencantado y brutal de lo que no fue en ese sueño, esa parte de la historia que Kike nos trae a los lectores con su particular sello; hablando incluso de temas como la cacería contra Trosky, el verdadero revolucionario sentenciado a morir por su poca noción capitalista-monárquica del comunismo stalinista. La novela es bastante agradable (eso es mío, por qué #YOLO), los juegos del lenguaje y la construcción de los ciclos mediante los que se desarrolla la narración son una clara prueba de por qué este argentino ha recibido tanta atención, y me atrevería a decir, merecidos galardones.

La lectura de esta novela es sencilla, debido a que no requiere de un conocimiento encriptado del comunismo histórico o de la ideología contra-sistema del anarquismo, y sí ofrece en su lugar un verdadero cuento que permea en sus lectores. El cierre de la historia, además de preciso, ya que culmina con una sorna terrible, pero directa. Un verdadero placer haber leído por fin a este escritor, del que espero poder comentar más en el futuro, y al que recomiendo altamente a través de esta novela.




Comentario - El vampiro de la Colonia Roma (Luis Zapata)

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Comentario - El vampiro de la Colonia Roma, de Luis Zapata.


Aunque ya somos requetemodernos, cualquier tema que tenga que ver con el ambiente gay sigue siendo algo que se deba manejar con pinzas. En especial por la facilidad que tenemos de ponder etiquetas. La literatura no es diferente, ni tiene porque serlo, y hablar de libros sobre esta temática, los oscuros y demoníacos, tampoco es la excepción. Así que con el riesgo que deja el estigma de una lectura pluricultural y open mind, hablaré de este libro. La novela de Luis Zapata entra dentro de lleno, sin más, en ese rubro del desenfado de la picaresca mexicana, especialmente citadina, tan defeña, de esos personajes mexicanísimos llenos de una paradójica vitalidad de la tristeza de quien sabe que no hay más que lo que le ha dado su estrella. En el caso de la novela El vampiro de la Colonia Roma, escuché sobre ella hace "varios" años en el taller literario universitario, pero hasta hace poco la encontré en físico (jocosamente la volvería a encontrar en la librería en Texcoco ya cuando me faltaban 20 páginas por leer, #YOLO). Se trata de una novela de la movida homosexual, el ambiente gay, en el centro del país, guiada por un tal Adonis García, cuyo relato abarca desde la infancia hasta los 25 años de edad.

La novela parte de la búsqueda de identidad y de los pequeños conflictos que tiene la vida de un joven que tiene que aprender a sortear el mundo mientra se ubica dentro de él, en sus desgracias, en su injusta forma de despertarnos a la madurez, siempre incompletos. A esto se suma el deseo y la sexualidad de un personaje que descubre su propia homosexualidad en una sociedad como la mexicana, tan universal como todas, y que la va asumiendo a lo largo de la novela de forma poco sistemática, pero con cierto aire de inevitable, de consecuencia. El joven "gayo" va discerniendo entre el amor y la sexualidad, entre el hambre y la necesidad, sin caer nunca en el erotismo. No es que importe esto último, pero incluso esta novela parece menos aceptable por el hecho de ser un personaje gay que narra que coge y es cogido, que aquellas medio pedófilas, violentas, que la undergorund band supura en cada pagina; no juzgo, sólo digo. El personaje narra cómo sucede la transición de un niño a un joven, guida por la tragedia mexicana de la orfandad, hasta encontrar un medio de vida en la prostitución. A partir de allí el personaje mostrará las facetas de la juventud mexicana en toda su naturalidad, pero con el chispazo (que por la reacción de la sociedad de su tiempo fue un buen flamazo) del mundo gay capitalino.


La novela narra una entrevista en varias partes a este personaje, el Adonis, que descubre y transita por las calles de la Colonia Roma (antes defe, hoy cedemequis), sus habitantes, y esa cara oculta a la fuerza de la homosexualité, a veces curiosa, a veces un tanto cínica. El lenguaje popular y cómico de la novela no deja perder la sórdida violencia en el fondo, (que pasa como un ruidito fino en los oídos, casi inseguro de que se escuchó, pero seguros de que estuvo allí), el temor a la policía, la degradación, y en suma, la manera fragmentada de existir. A mi gusto, esta novela junto con a de José Agustin dan cuenta de su época y de la la juventud, en dos mundos muy distintos, retratando el lenguaje en boda. Ambas novelas son lo de la Onda, fuera lo que querían que significase, pero incluso Luis Zapara es mas experimental con su medio, su lenguaje, que Agustin: aunque los del último si eran personajes heterosexuales, y por tanto, merecedores de la gloria. A mi gusto, ambas novelas son caras opuestas de la misma monedad.

Esta novela se lee de manera rápida y sencilla, y aunque no deja de parecernos hoy en día hasta ingenua, tiene un mensaje potente que se antepone al tiempo. Se trata de la historia del un joven que encuentra salida en un mundo especialmente "chueco", deformado quizá, pero al que entiende y dentro del que logra adaptarse. Aunque el lenguaje es directo, es pulcro, incomodo para las buenas conciencias pero no vulgar. Esta novela debería ser parte de las lecturas obligadas de los autores contemporáneos, tanto por su calidad como por su propuesta estética, su forma, su manejo, su forma tan natural de pasar del libro al lector. Seguramente Carlos Abascal también pegó el grito en el cielo en su momento, o quizá era parte de ese secreto mundo. Lo que sí puedo afirmar, es que esta novela ofrece mucho, sobre todo si se le lee con apertura, siendo testigos, en lugar de jueces, de esta fábula de la comedia mexicana.


Comentario - Matemáticas para las hadas (Francisco Haghenbeck)

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Comentario - Matemáticas para las hadas, de Francisco Haghenbeck.

Algunos libros, como ciertos sucesos en nuestras vidas, llegan de forma curiosa, poco esperada y con cierta reticencia a entenderlos en una primera instancia. Este es el caso de este libro, del escritor mexicano Francisco Haghenbeck. A quien ademas agradezco esta narración por tres motivos fundamentales: 1) retoma a una figura digna e interesante de nuestra historia, 2) contribuye al desarrollo de la conciencia de los jóvenes científicos del futuro, especialmente las mujeres científicas, y, 3) no es otro del montón (eso). Este libro me lo compartió una muy querida amiga, de quien he aprendido más de lo que nunca hubiera aceptado siquiera. Y la prueba es este libro. Se trata de una novela histórica sobre una mujer excepcional, de quien debo admitir vergonzosamente que desconocía casi por completo: Ada Byron, mujer brillante, hija de Lord Byron, y una de las mujeres más importantes de nuestro momento histórico.

Matemáticas para las hadas es un testimonio pulcro y estudiado que revela la biografía de esta mujer. La historia es un viaje místico y ensoñador a través de las etapas de formación de esta vida, desde su tierna infancia hasta la última pagina. La novela es una invitación a conocer este pasaje atrapado en el tiempo que con tanta injusticia ha permanecido opaco (cuando menos para mí). Ada Byron, además de ser la hija del prestigiado poeta Inglés, realizó una contribución de basta importancia para el mundo como lo entendemos ahora, y que de manera humilde fue un puente desde su tiempo hasta el nuestro. Esta novela, dividida en cuatro edades de de Ada, narra una vida llena de huecos, llena de especulaciones, de criaturas fantásticas y también de monstruos qu se adhieren sobre de todo. Hablar sobre más detalles del libro, aunque me apetece, sería una jugarreta horrenda para el autor, ya que cada pasaje es fundamental para la novela, y seria un franco acto de traición revelar demás. Este libro merece ser leído para ser descubierto.

Me agrada esta novela, y pienso que debe ser difundida, especialmente para el goce y conocimiento del aporte de mujeres que han dedicado su vida a la ciencia. El trabajo de Ada Byron, apenas comienza a ser reconocido como la obra de la primer programadora, y es la base para que estas palabras puedan ser leídas, acaso, desde una pantalla en otro lugar del mundo. Necesitamos que el trabajo de las mujeres y su labor en la ciencia sea puesto a la vista, y que éste inspire a futuras generaciones de niñas, jóvenes y mujeres adultas a escoger una vida donde las matemáticas, la investigación y los estudios sea el centro de cada minuto, y que se desempeñen de forma activa como estudiantes, creadoras y divulgadoras. Esta novela es una oportuna invitación a hablar del papel de la mujer en la ciencia sin caer en discursos chafas y huecos. Ademas, era la hija de Lord Byron, lo que no deja de ser impresionante. Matemáticas y poesía, una combinación ganadora.




Lectura de premiación: Magdalena Guerrero Martínez, XVIII Premio Nacional de poesía Titanueva 2016, Los frutos infinitos

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Lectura de premiación: Magdalena Guerrero Martínez, XVIII Premio Nacional de poesía Titanueva 2016, Los frutos infinitos

La ganadora del Premio XVIII de Poesia Tintanueva Edicones fue para Magdalena Guerrero Martinez. Tuve el honor de acompañarla en la mesa en su premiación. Dejo el texto integro de las sandeces que dije sobre ella.


La curvatura de los frutos {leído durante la ceremonia de presentación}

E. Adair Z. V.

La poesía, más que un acto de inteligencia o belleza, de aquellas interminables figuras en que los hombres y sus épocas se decantan, es un acto de conformación. De reconfiguración. Desde los cantos primeros que explican el mito del origen, hasta el acto kitch más sustancioso de la modernidad que se ha dejado arrasar por su oportunismo mediático, la secuencia de sonidos e ideas se ha concatenado de manera infinita. La razón de esto es la propia infinitud de la experiencia como un acto de vida. Nadie puede impedir que la poesía logre filtrar fuera de uno mismo algunos de sus secretos mas íntimos, porque es el acto de creación lo que modifica la experiencia personal y lo torna un hecho universal, a distintas escalas, sí, pero reconocible en cualquier otra experiencia consumada.

Eso es lo que encuentro en este libro titulado "Los frutos infinitos". Titulo que encuentro por demás encantador, ya que nos recuerda, quizá de manera inconsciente por la autora (porque hay mas de suerte en el acto de escribir que de genuina genialidad; y que en muchas ocasiones rebasa las intensiones del autor), que el aprendizaje tiene de manera forzosa un producto,  que ese producto tienen cierta disponibilidad publicas. Por otro lado, la infinitud, ya sea la griega, en la rivera, o la otra del ciego, también en su rivera, nos lleva de nuevo a la generalidad de la literatura y la ambigüedad de la interpretación del hombre sobre el hombre mismo. Bien lo dice la autora "cuando pregunto / al mandarino cómo alivia  su soledad, / responde con jugosos / frutos". La sentencia es dulce, tanto o ás como encierra dentro de ella una sabiduría existencial. Sin embargo, no debe cometerse el error de creer que esta dulzura es simple cursilería, sino que guarda un néctar álgido en su interior. Quia un reflejo de su experiencia como persona en el mundo, como escritora, como mujer, y finalmente como miembro de una realidad compartida con el resto de nosotros. Esto es lo que he visto a través de sus páginas. Pienso que estos versos resumen de manera perfecta el contenido de la obra de Magdalena, que por cierto es llanto y redención desde las raíces de su nombre. "No veo al depredador / pero en las mañanas / encuentro sus huellas", nos dice. 


He dicho que la poesía puede ser un producto, como cualquier otra mercancía en el mundo. Y tal afirmación puede levantar más de una ceja en el sentido mercantilista más puro de la palabra, especialmente desde la romántica trinchera del arte y el séquito de idealistas que la conforman(mos), algunos más ingenuos que otros, cabe decir. Está dicho. Todo es susceptible de tener un comercio, siempre que dos partes lleguen a un acuerdo de intercambio Esta es parte de mi experiencia. Y uso dicho concepto de la forma más dolosa posible, ya que en esta modernidad la poesía es un articulo decorativo y artificial más que se distribuye a consumidores poco especializados pero ávidos de un misticismo fast-track que da un alivio momentáneo que se diluye en el scrolling del mouse del hiperconsumo pero poco consistente de las redes sociales. Magdalena Guerrero Martínez, por su parte, entra en esa categoría de los objetos de los bazares de anticuario. Y se lo agradezco profundamente.

Dentro del hilo que conduce este libro hay pequeños movimientos oscilatorios, breves, y que se cierran apenas van comenzando. Hay una espina que le atraviesa los labios, y desde atrás de ella, Magdalena nos deja ver una memoria fragmentada que ha logrado encontrar satisfacción y paz entre las palabras, antes de generosamente compartírnosla para satisfacer el morbo, y  ala vez, para ser tocados por esa vocación sanatorial del lenguaje, el suyo, el de ella, que se reconstituye cíclicamente, de forma inevitable. "... se me murió / esa seductora tristeza. / Amanecí.", nos dice sin más, casi al inicio de su libro, y es la única advertencia de lo que se viene por delante. Hay un acto de amor en esas palabras, pero también una lúcida malevolencia que se destila desde alguna profundidad herida.

Son versos melancólicos estos, los que tenemos por tema el día de hoy, llenos de un largo camino entre las cenizas, y que dan cuenta del conocimiento del dolor y de la contemplación. Quizá no exista una manera más genérica al hablar del acto creativo de un escritor que ha labrado su propia poética que lo que acabo de decir, lo sé. Disculpen ustedes mi vulgaridad. Hay una razón para esto. Cuando menos yo, como quizá algunos de ustedes, y el jurado que atravesó el proceso de selección, podemos reconocer en Magdalena y en su obra un acto poético genuino, un trabajo consiente, y una necesidad moral mediante su lenguaje, simple y cuidado. Es decir, la reconocemos como una obra que posee en sus cimientos una veta tangible de la labor de una "poeta", sea cuál sea el significado de dicha palabra, tan de moda en algunos autoproclamados versadores que nos inundad insidiosamente. Magdalena, sobra decir, parece salvarse del duro juicio ético que la poesía demanda a sus perseguidores. Aunque ahora falta pasar por los que podrán tener este libro en sus manos para dar su opinión, y en especial los que más cercanos están de la poesía en el mundo, que justamente son los que menos se tratan de laurear con sus aburridas diseccionares de cafetería.

Más interesante que esta estéril y rabiosa conversación que he pronunciado, del reconocimiento frontal como iguales entre la escritora y su escrito, y por ello mismo, de su propia interpretación de la realidad que le ha atravesado, queda un objeto que puede pesarse y medirse. Cualquier lector podrá observarse dentro de estos poemas, y transmutar lo que ha leído (cómo lo haya leído, y con su respetable y respectiva intención), de transfigurar la voz que va llegando con cierta timidez desde la tinta, para sentirse cambiado a través de ellos. Entonces el lector, esa otra criatura indefinible, sabrá dar un valor a lo que tiene en sus manos, y que debe ser la única voz a que Magdalena le importe e verdad, la otra, que en ese dialogo surgido sobre el aire, será también su propia voz. encuentro en estos frutos infinitos... "El barro que destila del fastidio / crea dioses". Esa es su gran virtud.

"...en mi interminable mar de arena.
Allá llegaré
cuando el círculo esté preparado
para cerrarse."

La obra que en esta edición han seleccionado los jurados cumple, a mi parecer, con el objetivo de Federico al obstinarse en servir a la belleza, en servir a la humanidad, a través de la a veces ingrata tarea de dirigir una editorial independiente, y más aún sí de poesía se trata. Sé que la tarea de avaluar un texto y seleccionarlo de entre una marisma de voces es también un trabajo insatisfactorio y lleno de dudas. Tenemos de conocer este libro de Magdalena al costo de otras obras que tendrán que esperar un poco más. A ellos también se les debe pedir que no se rindan en el proceso, y que recuerden que el oficio que demanda la poesía tiene más del corazón y de la convicción que del talento nato. El reconocimiento no es algo que deberían de seguir quienes están llamados a esta dualidad de la vida: su camino y su nombramiento. La poesía, y nosotros sus lectores, debemos pedirle a Magdalena y otros como ella, que cumpla con su oficio de iluminar la oscuridad con la vibración de su voz.

Texcoco de Mora, 2016.



Comentario - Hannibal: el origen del mal (Thomas Harris)

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Hannibal Lecter es quizá uno de los personajes más siniestros de la cultura moderna occidental (la Pop, pop), y es también uno de los personajes literarios más seductores de la oscuridad de la mente del pensamiento moderno de la modernidad tan modernilla en la que nos desenvolvemos. En este caso, es la creación del escritor estadounidense Thomas Harris, quien ha visto florecer en una tetralogía sobre este personaje, la suma de la fascinación por el mundo de la psicopatía, y en especial de la trama que surge dentro de funcionamiento de su cerebro. ¿Por qué leerlo?, porque no basta con los que se ve en la pantalla. Si bien el trabajo de Sir Anthony Hopkins nos entregó un estético genio carente de limites morales, y con una vitalidad encendida en su perversidad, y Mads Mikkelsen nos ha reconstruido en una elegantísima ave del pantano (una de rapiña, pues) que se reinventa en su oscuridad, ambas versiones son pálidas imágenes del reflejo del verdadero Dr. Lecter. Además, para desentrañar los secretos que estriban en la novela, y que las buenas conciencias no han querido poner en la pantalla grande. No puedo evitar hacer el comentario sobre la traducción del título... que es evidentemente patética por la necesidad de incluir el juicio moralino de "mal", pero bueno, así se vende.

Este libro es el último en haber sido escrito (si no me equivoco), pero es la primera parte de la historia. Se narra el surgimiento del joven Hannibal Lecter, y su transportación a lo que más tarde se convertirá en su leyenda. La novela ocurre en dos tiempos: la infancia y la juventud de Lecter, dando con cuentagotas los detalles que irán forjando la mente de este aterrador personaje. El joven Lecter es el heredero de una tradición aristocrática de Lituania, que por generaciones ha visto el surgimiento de hombres impresionantes, desde Hannibal el conquistador, fundador de dicha casa. El niño Hannibal, octavo en el nombre, ve la llegada de la Segunda Guerra Mundial, empujada por el ejercito invasor alemán y la SS. El brutal invierno y el infortunio le han de arrebatar del seno familiar, en el que se nota a un hombre sensible y brillante, con una familia rica en tradiciones y virtudes. Sin embargo, la guerra es tal cuál siempre ha sido, y saldrá de allí transformado en alguien distinto, alguien que comienza a dejar de ser lo que pudo haber sido en mejores circunstancias.


Siendo huérfano, en el mismo castillo que perteneció a su familia pero que ya está en control del poder soviético, es rescatado por su tío el Conde Lecter, un afamado pintor en Francia, que le da una oportunidad a este joven de recuperar algo de su pasado. Este Hannibal, de trece años, comienza a ser moldeado por la belleza que posee la obra de su tío, y por el seductor personaje de Lady Murasaki, esposa de su tío. Este personaje femenino es central, como siempre lo es alguno en la vida de Lecter, no sólo por su misticismo, sino por la elegancia de su parecencia, de su pasado, y de su refinamiento. Pero esto no puede ser el fin de esta historia. La nueva naturaleza de Hannibal, acompañada del infortunio, llena de nuevas sombras su camino, y comienza a revelar a la criatura que conocemos tan bien. Lady Murasaki y el Inspector Popil (un agente que ha dedicado parte de su vida a perseguir criminales de guerra), intervienen en el nuevo mundo de Hannibal, sospechoso de un asesinato, y lo empujan de nuevo a superar sus límites.

En la siguiente etapa, Hannibal, un joven estudiante de medicina, prodigio del arte, y brillante hombre, combate con las pesadillas que lo atormentan, y con la sombra de su hermana Misha. Así comienza una cacería hacia el pasado, en el que debe enfrentar a los soldados lituanos que cambiaron su destino. Aquí es donde surge el Hannibal que nos ha impresionado tanto, y lleva de la mano a los lectores a este viaje "moral" en la que la justicia cobra una nueva dimensión a través del personaje. Seguir sobre el tema es un spolier seguro, pero este camino lleva hasta el final de la historia, donde el joven, prácticamente exiliado (tanto de Francia, como de sí, y en especial de Lady Murasaki), llega al Hospital Jhons Hopkins, donde comienza la residencia que lo ha de llevar a la psiquiatría.

Esta novela es de lectura fácil, y muestra la madurez del personaje a través de la pluma de Harris, revelando los secretos emocionales del personaje, y parte de la complejidad de su pensamiento. Sin duda es un libro atractivo para quienes tienen interés en el personaje, pero no queda como una obra críptica dirigida para los entendidos en la historia, sino que es una novela completa en sí misma, con un lenguaje muy claro y pasajes breves. No se puede decir que el trabajo de Thomas Harris sea de alta cultura norteamericana, pero es una pieza elemental dentro de la mitología que rodea a este personaje, y que se disfruta sin mayor problema. Sea así, que el lector decida si le causa alguna fascinación esta historia, y si tiene el gusto de adentrarse en el conocimiento de la historia de este personaje aterrador, que si bien reconocemos como un monstruo para la sociedad, también somos incapaces de evadir la pulcritud de su lucidez. Este es el origen de la historia, sírvase de leerla bajo reserva.

Sureñas, narradoras y poetas de la zona sur

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Volviendo a las andadas, y estrenando un nuevo proyecto (Ave Azul), me es grato retomar el blog con este libro en particular. En primera, porque una de las escritoras que participan en dicho proyecto es una persona a la que respeto y admiro, por su compromiso profesional con la enseñanza y con el arte. Y en segunda, porque tras la lectura del libro, me queda un grato gusto por el material compilado por Héctor de Paz, director de la edición. Las Sureñas son 14 escritoras jóvenes de la zona sur del país, entre Veracruz y Quintana Roo, que se reúnen en este libro convocado en 2017 y editado y publicado en 2018 por el Fondo Regional para la Cultura y las Artes de la Zona Sur (FORCAZS). La selección se llevó a cabo por Argentina Casanova, Javier España, Miguel Ángel Ruiz Magdónel y Gustavo Ruiz Pascasio.

Aun con incredulidad de las jóvenes escritoras ante un proyecto que por momentos parecía desbaratarse en el aire, finalmente se pudo completar e imprimir aún a pesar de nuestras heroicas instituciones culturales, y se ha venido presentando en distintas ocasiones en aquellos estados sureños. El 15 de agosto de 2019 las Sureñas se presentaron finalmente en el Palacio de Bellas Artes, tomando por asalto la solemne ceremonia que pretendía dar más espacio al lucimiento de autoridades que a las propias escritoras, todas, donde se regalaron ejemplares a los asistentes, con una nutrida asistencia. Y eso lo agradezco mucho. Se supone que existen versiones ePub y PDF, pero quién sabe dónde estén.

"Y el diablo que no duerme, dice la leyenda, atendió su reclamo: la mujer volvió con un cántaro de barro lleno de agua, apoyado en su cadera a la usanza de las indígenas de la región, encontrando al perro sentado en la hamaca..." Por los caminos de la noche, Bercy Domínguez.


Dicho eso, comencemos a hablar del libro. La colección de autoras mezcla poesía y narrativa a lo largo de sus 166 páginas. Una de las cosas que se notan desde un comienzo es la gran variedad de lenguajes y estilos de las participantes, quienes van revelando sus pequeños mundos a lo largo de la compilación. La obra abre con Ivana Alcocer, de Campeche, que narra un conmovedor pasaje del día de los muertos en los ojos de una niña, un tanto liviano. La siguiente narradora es Selene Caamal, de Campeche, quien presenta una sucesión de relatos románticos sin la menor noción del amor, animalescos, salvajes, intensos. Luego aparece la tabasqueña Bercy Domínguez con un relato injustamente corto, que recupera la oralidad tradicional y le imprime un tono muy bien trabajado a su prosa (espero mucho de ti, eh, Bercy), aunque cerrado abruptamente. Evelyn de Miranda (Veracruz) muestra tres cuentos cortos pero memorables, donde la memoria es algo tangible que duele en cada carácter. Y Daniela Olivares, campechana, entrega un único pasaje de un jardín secreto que se va caminando de a poco.

"Hijos del agua postraos
ante el supremo elemento
quienes alcen los ojos en las últimas horas
han de contar la historia"
Memorias del Agua, Carolina Márquez

Tomado del Twitter de la Secretaria de Cultura: @cultura_mx
Para el caso de la poesía, se abre con Michelle Arrébola, de Yucatán, quien suelta uno tras otro varios poemas de un estilo aligerado, platicadito, pero llenos de una solemnidad certera. La sigue Celia Castro, con una secuencia de cantos y juegos a modo de poesía que dan un respiro de la densidad de Selene Caamal, y que ofrece su obra para niños curiosos. Aparece después la quintanarroence (o algo así) Caissa Janix, con una poesía mística y oculta. Carolina Márquez, que es bajacaliforniana, pero radica en el sur, muestra una obra increíblemente sensorial, sensual al grado de la naturaleza y el fluir como el agua. En el caso de Mónica Olivares se regodea en las metáforas oscuras y vagas de sus textos campechanos. La michoacana Estefanía Reyes deja escapar una serie de poemas melancólicos pero bastante bien hilvanados. En el caso de Liz Saénz, Chiapas, ofrenda pequeños bocadillos de su obra, reducida, simple, puntual. Un caso curioso es el de Alendra André, de Monterrey, quien juega entre la poesía y la modernidad y su alma digital, lúdica. Y Chepy, quien decanta una poesía campesina y es la encargada de cerrar la compilación, natural, que se guía con la tradición y los ojos inocentes de la poeta.

"Sentada entre la alfombra naranja
tejiendo las palabras
en una historia de papiro
porque el corazón se quedó secuestrado
en esta jaula de letras
y no volvió más"
Pájaro de papel, Chepy Salinas

Los comentarios que escribo son vagos y parcos, quizá hasta injustos por ser tan sintéticos, pero esta obra reúne a futuras promesas de la zona sur, quienes tienen propuestas novedosas en el quehacer literario y a las que valdría la pena seguir en sus redes. Es cierto que algunas de las propuestas se sienten incompletas aún, en el camino a desarrollar una narrativa más sólida, más verosímil, pero queda de manifiesto que estas jóvenes mujeres representan a una nueva generación que dará frescura a la literatura desde la zona sur, y que tienen bastante qué decirnos. En particular, si bien varias de ellas continúan en las entidades donde nacieron, las sureñas se enriquecen por la presencia de mujeres que tienen sus raíces en otros estados, lo que es en sí una metáfora del país, un pueblo caminante. Cabe mencionar que estas mujeres expresaron un gran nerviosismo por ser su primera publicación, por lo que como audiencia haríamos muy bien en perseguirlas para que sigan creciendo en la literatura. Podrían traernos grandes sorpresas en el futuro.

Las Sureñas son:

Ivana A. Alcocer Patrón
Michelle Arrébola
Selene Caamal Ríos
Celia M. Castro
Bercy Domínguez
Caisaa Janix
Carolina Márquez
Evelyn de Miranda
Mónica Olivares
Daniela Olivares Arteaga
Estefanía Reyes Arreola
Lyz Saénz
Alejandra Andre Saldamart
Chepy Salinas Domínguez

Ágora y Selva 2019, una crónica

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Entre el 29 y 30 de agosto de 2019, se llevó a cabo en la mística ciudad de Palenque, Chiapas, un encuentro de escritores independientes, que sí bien no aterrizó una exposición pública tan amplia como se estaba esperando, cumplió con su principal motivo: ser un punto de encuentro y reconocimiento entre escritores de distintas partes del país. Hombres y mujeres que han hecho del quehacer literario una profesión, y que le dedican de manera gustosa sus vidas, se reunieron bajo el cobijo del maestro Almicar Zúñiga en el café Papachema. La convocatoria fue impulsada por la escritora Josefa Salinas, Chepy para la banda, quien soñó y cristalizó el encuentro.

A la cita acudieron escritores de distintos estados, como CDMX, México, Chihuahua, Oaxaca, Tabasco y Chiapas. Algunos compañeros no pudieron llegar al final, y los compadecemos sobremanera.

La primera actividad se realizó el 29 de agosto en el Cobaech de Palenque, donde las poetas inauguraron un ciclo de lectura mientras el escritor Lorenzo "Malasangre" dio un taller express a estudiantes de la misma institución. Posteriormente el cuentacuentos Luis Sandoval cautivó a la audiencia con una de sus presentaciones. Finalmente, el maestro Almicar y su servidor, junto a una alumna del plantel que leyó el resultado colectivo del taller, cerramos el primer día del encuentro. Un gran recibimiento.

Para las actividades del segundo día se tuvieron planeadas lecturas tanto en la plaza municipal como en la universidad, pero la naturaleza tuvo planes distintos. En el primer caso la naturaleza dejó llegar un pequeño monzón que envolvió con lluvia el valle, y en el segundo caso la naturaleza humana impidió concretar las actividades. No obstante, no fue para nada improductivo. Resulta que Miguel Heredia nos permitió platicar unos minutos con él en la estación de radio local 103.1 Tu Radio Amiga (Palenque). Esos minutos fueron poco más de una hora, ya que el locutor nos permitió ahondar en distintos proyectos, siendo un anfitrión en suma generoso.

Más tarde, parte del grupo se escabulló a la selva cercana a explorar ruinas y veredas de mano de Roman, experto en los caminos y la historia de la ciudad. Más tarde, como ya se dijo, la lluvia impidió la lectura al aire libre. Las actividades se trasladaron al Café Papachema, donde la poesía y la música se extendió hasta la viva madrugada.

En la selva
En la radio
En la poesía

Nuestros amables anfitriones fueron la escritora Chepy Salinas, directora del proyecto Maya Cartonera, y el maestro Almicar Zúñiga, quienes desde sus cuarteles en Palenque, el Café Papachema, nos invitaron a tomar la plaza y reconocer la vibración de la voz en garganta ajena.


Chepy Salinas, Maya Cartonera
Almicar Zúñiga, Papachema

La cartonera fue un hermoso regalo de parte de Maya Cartonera, y se puede descargar la versión PDF desde aquí. Te aseguro que encontraras más de un texto que te va a agradar.
La hermosa antología
Texcoco de Mora, 2019
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